¡Oh bendito San Antonio! la gracia de Dios te ha convertido en un poderoso defensor de todas las necesidades, y patrón de la restauración de las cosas perdidas o robadas; a ti me dirijo hoy con amor infantil y sincera confianza. ¡Oh, cuántos miles has ayudado milagrosamente en la recuperación de bienes perdidos! Tú fuiste el consejero de los errantes, el consolador de los afligidos, el sanador de los enfermos, el resucitador de los muertos, el libertador de los cautivos, el refugio de los afligidos; A ti me apresuro, oh bendito San Antonio. Ayúdame en mi presente aflicción. Recomiendo lo que he perdido a tu cuidado, con la segura esperanza de que me lo devolverás, si es para la mayor gloria de Dios y para el beneficio espiritual de mi alma, para que pueda alabarte y agradecerte, en tiempo y eternidad, por tu gloriosa intercesión en mi nombre. Amén.
Devoto novenario al glorioso San Antonio de Padua
Oración a San Antonio de Padua que nunca falla
Devoto novenario al glorioso San Antonio de Padua
Oración a San Antonio de Padua que nunca falla
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