Oh glorioso patriarca San Cayetano,
héroe de la más sublime santidad y amorosísimo
protector nuestro! Humildemente te suplicamos que nos
obtengáis de Dios Nuestro Señor vernos libres,
ante todo, del mayor mal que es el pecado, y luego...
(aquí se expone la necesidad que padecemos y mal que nos aflige)
Vos glorioso y bendito Santo,
que de tanto valimiento gozáis ante La Divina Providencia,
alcanzadnos la gracia que, según vuestra poderosa intercesión
podéis obtener del Divino Niño Jesús
que tan tiernamente lleváis en vuestros brazos,
y también la de amarle cada día más en la tierra,
para que así alcanzaremos un día cantar
sus divinas alabanzas con vos en la Gloria.
Amén
(Se reza tres veces el Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patri)
El Sr. Obispo de Murcia concedió 50 días de indulgencias a los fieles que reciten lo anterior.
San Cayetano ruega por nosotros.
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