Padre nuestro, Ave María, Gloria.
Adoremos y demos gracias a Dios Hijo eterno, que haciéndose hombre y muriendo por nosotros en la cruz, nos dejó a María santísima por Madre nuestra; y roguémosle, por los méritos de esta dolorosa Virgen Madre y por la intercesión de san Gabriel, que fue su abnegado servidor, que nos conceda el favor por el que rogamos [mencione aquí su petición].
Padre nuestro, Ave María, Gloria.
Adoremos y demos gracias a Dios Espíritu eterno, que por su infinita bondad se comunica a nuestras almas para santificarlas; y roguémosle, por el mérito de la misma bondad divina y por la intercesión de San Gabriel, que de manera especial participó y correspondió, que nos conceda el favor por el que rogamos [mencione aquí su petición].
Padre nuestro, Ave María, Gloria.
V. Ruega por nosotros, San Gabriel,
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oremos:
Oh Dios, que enseñaste al bienaventurado Gabriel a tener en perpetuo recuerdo los dolores de tu amadísima Madre, y por medio de ella lo glorificaste con fama de santidad y milagros; concédenos, por su intercesión y ejemplo, compartir los dolores de tu Madre para que seamos salvos por su protección maternal: Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
(Indulgencia de 300 días)
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