Para obtener un favor, San Don Bosco solía recomendar una Novena a Nuestra Señora Auxiliadora. Tenía una devoción singular al Salve (Regina) y aconsejaba algunas obras de caridad como agradecimiento por las gracias obtenidas.
¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has destruido todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, defiéndenos del poder del enemigo y en la hora de nuestra muerte recibe nuestras almas en el paraíso. Amén.
Aquí mencione sus Peticiones _________
Di tres veces el Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre,
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.