Oh Gloriosa Santa Ana, llena de compasión por los que te invocan y de amor por los que sufren, cargado con el peso de mis penas, me arrojo a tus pies y humildemente te suplico que tomes bajo tu especial protección el presente asunto que te encomiendo.
[Indique su petición___________ Sobre todo, misericordiosa Santa Ana, te ruego que me ayude a dominar mis malas inclinaciones y tentaciones, y evitar toda ocasión de pecado. Obtenme la gracia de no ofender nunca a Dios, de cumplir fielmente todos los deberes de mi estado de vida, y de practicar todas aquellas virtudes que son necesarias para mi salvación.]
Complácete en encomendárselo a tu hija, la Santísima Virgen María, y ponlo ante el trono de Jesús, para que Él lo lleve a feliz término. No ceses de interceder por mí hasta que mi petición sea concedida. Sobre todo, obtén para mí la gracia de un día contemplar a mi Dios cara a cara, y, contigo y María y todos los Santos, alabarlo y bendecirlo por toda la eternidad. Amén.
Bondadosísima Santa Ana, madre de aquella que es nuestra vida, nuestra dulzura y nuestra esperanza, ruega a ella por nosotros y obtén mi petición. [Tres veces.]
Bondadosísima Santa Ana, ruega por nosotros.
Amén.
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