miércoles, 12 de abril de 2023

La Oración de una esposa y madre que rezaba Doña Lucilia Corrêa de Oliveira

 




LUCILIA CORRÊA DE OLIVEIRA–  La Piadosa Madre del eminente líder católico del siglo XX, el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira. – Una madre verdaderamente católica, devota del Sagrado Corazón de Jesús, modelo de madre, esposa e hija, que falleció a los 92 años con olor de Santidad.




Oración de una esposa y madre
Traducida del portugués de la página de los Heraldos del Evangelio.
 

Oh María! Virgen Purísima y sin mancha, esposa casta de San José, Madre tiernísima de Jesús, perfecto modelo de las esposas y madres, llena de respeto y confianza, a ti recurro y con los sentimientos más profundos de veneración, me postro a vuestros pies e imploro vuestro socorro. Mira, Purísima María, mis necesidades y las de mi familia, atiende a los deseos de mi corazón, pues es al tuyo tan tierno y tan bueno que las encomiendo. 
Espero que, por tu intercesión, alcanzaré de Jesucristo la gracia de cumplir como debo las obligaciones de esposa y de madre. Alcánzame el santo temor de Dios, el amor al trabajo y a las buenas obras, a las cosas santas y a la oración, la dulzura, la paciencia, la sabiduría; y todas las virtudes que San Pablo recomienda a las mujeres cristianas y que producen la felicidad y son el ornamento de las familias.

Enséñame a honrar a mi esposo, como tu honraste a San José, y como la Iglesia honra a Jesucristo; que él vea en mi la esposa según su corazón; que la santa unión que contrajimos sobre la tierra, subsista eternamente en el cielo. Protege a mi esposo, dirígelo en el camino del bien y de la justicia, pues quiero tanto como la mía, su felicidad.

Encomiendo también a tu materno corazón a mis hijos. Sé su Madre, inclina su corazón a la piedad, no permitas que se aparten del camino de la virtud, hazlos felices, y haz que después de nuestra muerte se acuerden de nosotros sus padres y rueguen a Dios por nosotros, honrando nuestra memoria con sus  virtudes. Tierna Madre, hazlos piadosos, caritativos y siempre buenos cristianos, para que sus vidas, llenas de buenas obras, sean coronadas con una santa muerte


Haz, oh María, que un día nos encontremos reunidos en el Cielo, y allí podamos contemplar tu gloria, celebrar tus beneficios, gozar de tu amor y alabar eternamente a tu amado Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. Amén.




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