Tomado del libro “Devota Coroncina in onore del glorioso Taumaturgo E Martire San Giorgio”, por Francesco Scognamiglio, Impreso en Napoles, Italia, año 1856
L/: Dios mío, ven en mi auxilio
R/: Señor date prisa en socorrerme
Gloria Patri, etc.
I
Oh glorioso Mártir San Jorge honor del Oriente, y protector incomparable del pueblo cristiano. Vos que de las tinieblas del paganismo fuiste llamado a la luz de la verdadera religión, obtenednos de Dios la gracia de despertar del letargo del pecado y de aspirar la gloria de la vida cristiana.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
II
Oh glorioso Mártir San Jorge, esplendor de Nicomedia, y protector querido de nuestro clero y de nuestro pueblo, Vos que irradiado de la verdad eterna la encarnaste en las santas obras de una vida austera, donde te convertiste en un milagro de santidad, obtenednos de Dios la gracia que el Evangelio predicado a nosotros no sea tomado en vano, sino que sea rico en frutos espirituales y temporales.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
III
Oh glorioso Mártir San Jorge, flor de verdadera nobleza y protector exaltado de nuestro clero y de nuestro pueblo, Vos que aplicaste el espíritu a la vida pública, e inscrito de los primeros en la milicia Imperial fuiste modelo de ejemplar disciplina civil o religiosa, obtenednos de Dios el desapego a los oficios públicos para alcanzar la gracia de rectitud de intención antes que la vanagloria pública.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
IV
Oh glorioso Mártir San Jorge, ejemplo de los ejércitos y protector incansable de nuestro clero y de nuestro pueblo, Vos que ante la furia de la persecución de Diocleciano opusiste tu heroico pecho y a pesar de sus amenazas predicaste contra sus errores, y contra la idolatría, obtenednos de Dios la gracia de la palabra potente, oportuna para la propagación de la Fe que profesamos, para contraponerla a las vanidosas máximas de la ambiciosa filosofía de este siglo mendaz.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
V
Oh glorioso Mártir San Jorge, enemigo de las adulaciones, y protector verdadero de nuestro clero y de nuestro pueblo, vos que desechasteis los argumentos vanos y perecederos de las promesas ofrecidas por Diocleciano, intentaste sacarlo del paganismo con tu predica y lo alimentaste con el verdadero Pan de Vida eterna, obtenednos de Dios la gracia de despreciar la concupiscencia en todas sus formas, y el inalterable apego a los bienes de la inmortalidad
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
VI
Oh glorioso Mártir San Jorge, espejo de caridad, y protector desinteresado de nuestro clero y de nuestro pueblo, Vos que os convertisteis en fuego de elocuencia y de piedad para los pueblos y predicaste en medio de la Corte de Diocleciano para ablandar la dureza de sus entrañas, y desprender la impiedad de su corazón con el fin de que se retractase del Edicto de la persecución contra los cristianos, y para que reconociera en Cristo Nazareno la edificación de los hebreos y la sabiduría de los gentiles, obtenednos de Dios la gracia de convertir a los incrédulos, como se convirtieron por medio de Vos los ministros Protolio y Anatolio, la emperatriz Alejandra, el mago Anastasio y muchos otros paganos.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
VII
Oh Glorioso Mártir San Jorge, modelo original de fortaleza, y protector generoso de nuestro clero y de nuestro pueblo, Vos que soportasteis múltiples y espantosos tormentos, fuiste golpeado, acuchillado, encarcelado y aún así no desististe de defender a los cristianos, preferiste soportar suplicios cada vez más crueles, te imploramos nos consigas de Dios la gracia de sostener la dignidad del carácter cristiano, y de llevar con paciencia la cruz de las tribulaciones.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
VIII
Oh glorioso Mártir San Jorge, torre de perseverancia final, protector de nuestro clero y de nuestro pueblo. Vos que hasta el fin de vuestros días fuiste un gigante del heroísmo, obtenednos de Dios la gracia de anhelar cada vez más como intrépidos guerreros lograr la Celestial Jerusalén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
IX
Oh glorioso Mártir San Jorge vencedor de la muerte, protector inmortal de nuestro clero y de nuestro pueblo. Vos que no fuiste tirado en tierra por el hacha del verdugo, si no que por las alas de tus virtudes fuiste llevado a la Eterna Sión, obtenednos de Dios la gracia de sentir lo menos posible la agonía de la muerte para así poder ir a disfrutar felizmente en el Cielo.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
OREMOS
Oh Santísima Trinidad, Vos que al Glorioso Mártir de Oriente San Jorge lo coronaste con el laurel inmarcesible de vuestra Potencia, vuestra Sabiduría, y vuestra Bondad, acoge la acción de gracias que por habérnoslo dado por Protector te dirigimos, con el ánimo lleno de fe, de esperanza y de caridad, y concédenos la gracia de que, así como lo veneramos en vida sea nuestro compañero en la muerte y por toda la eternidad. Amén.
HIMNO
Guerrero de Cristo, gloria de Oriente,
Por Dios dado a nos como protector potente
De la tiranía, de las batallas y de las aflicciones
Se nuestro consolador
Tu queriendo el cielo despreciaste tesoros
Y al Cesar le predicaste sobre el Eterno
Y este en su orgullo te condenó a tormentos
Al fuego y a la muerte
En la lucha vencedor, al cielo diste voz
La levantaste predicando de Dios, la cruz
Y Apolo a tu orden abrió los labios
Lleno de rabia
Y confesó que fuera de tu Dios
No había de salvación ningún indicio
Y el malvado emperador derrotado y vencido
Te quiso extinto
Cae el hacha del cruel verdugo
Y tu cabeza con duplicado honor
Es ceñida por los ángeles, mientras tu alma
Ha obtenido en el cielo la palma.
Sea alabado Dios, que te creó poderoso
Protege oh San Jorge, a la afligida gente
Que si tu mantienes tu vista pendiente
Serán felices por siempre.
ORACIÓN: Oh Dios, que nos alegras por los méritos y la intercesión de tu bienaventurado mártir San Jorge, concédenos propicio que cuantos beneficios pidamos por él, lo obtengamos por tu gracia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Colaboración de Carlos Villaman para Apostolado de Piedad Popular
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.