Solemnidad de San Marcos Evangelista
25 de Abril
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. Aleluya. (Antífona de entrada, ver Marcos 16:15).
San Marcos era de origen judío. El estilo de su evangelio con abundante hebreísmos demuestra que él era de nacimiento judío, y que la lengua hebrea era más natural para él que el griego. Es el más breve de los cuatro Evangelios, consta de 16 capítulos. Todas las obras, milagros, enseñanzas y palabras de Jesús registradas por San Marcos autentican el hecho mismo de su Filiación Divina.
Martirologio Romano: Fiesta de san Marcos, evangelista, que primero acompañó en Jerusalén a san Pablo en su apostolado, y después siguió los pasos de san Pedro, quien lo llamó su hijo. Es tradición que en Roma recogió en su Evangelio la catequesis de Pedro a los romanos y que fue él quien instituyó la Iglesia de Alejandría, en el actual Egipto. († c.68)
San Ambrosio, super Lucam in praefat
Martirologio Romano: Fiesta de san Marcos, evangelista, que primero acompañó en Jerusalén a san Pablo en su apostolado, y después siguió los pasos de san Pedro, quien lo llamó su hijo. Es tradición que en Roma recogió en su Evangelio la catequesis de Pedro a los romanos y que fue él quien instituyó la Iglesia de Alejandría, en el actual Egipto. († c.68)
San Ambrosio, super Lucam in praefat
San Marcos, pues, está representado bajo la figura de un león, porque empezó por la expresión del poder divino.
San Remigio, super Marcum
También se le representa por un león, porque así como éste hace resonar su terrible voz en el desierto, así San Marcos empieza clamando en el desierto: "Voz que clama en el desierto" ( Mc 1,6).
San Crisóstomo, hom. in Mat
Hace una compendiosa y breve narración, en lo cual imita la brevedad de su maestro San Pedro.
Beda: San Marcos comienza desde el principio de la predicación del Evangelio, y llega hasta la Ascensión del Señor y la predicación de sus discípulos a todas las naciones del orbe.
Beda: San Marcos comienza desde el principio de la predicación del Evangelio, y llega hasta la Ascensión del Señor y la predicación de sus discípulos a todas las naciones del orbe.
San Jerónimo, en el prólogo
Marcos evangelista, levita según su linaje, siendo sacerdote en Israel, convertido al Señor, escribió el Evangelio en Italia. En él mostraba lo que Cristo debía a su linaje. Señalaba el principio del orden de la elección levítica, al decir: "Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios". Y comenzaba el Evangelio con una exclamación profética sobre Juan, hijo de Zacarías.
San Agustín, De Cons. Evang., lib. 1, cap. 3
San Mateo, que se propuso hablar de la persona real de Cristo, tuvo a San Marcos como imitador y compilador adjunto, que en cierto modo ha seguido sus pasos, puesto que es propio de reyes no estar sin séquito. Y como el sacerdote entraba solo en el Sancta Sanctorum, San Lucas, que se propuso ofrecer a nuestra consideración el sacerdocio de Cristo, no tuvo un socio igual y reverente que abreviase de cierto modo su narración.
Beda, quasi in princ. Comm. in Marc
Es de notar también que los santos Evangelistas han comenzado de diverso modo su narración, y de diverso modo la han concluido. Empezando San Mateo desde la Natividad del Señor, lleva su historia hasta su Resurrección; San Marcos comienza desde el principio de la predicación del Evangelio, y llega hasta la Ascensión del Señor y la predicación de sus discípulos a todas las naciones del orbe; San Lucas termina en la Ascensión, partiendo de la Natividad del Precursor; y San Juan, tomando el principio en la eternidad del Verbo de Dios, anuncia la Buena Nueva hasta el tiempo de la Resurrección.
San Cipriano: No trates de convencerte de que los preceptos del Evangelio son para religiosos y no para laicos. No hay dos Evangelios como no hay dos paraísos, uno de los cuales estaría destinado para los religiosos que hacen penitencia, y el otro para los seglares que no hacen nada para salvarse. Dios en su Evangelio habla para todos los cristianos; cuando manda algo, todos están obligados a obedecerle. Aun debieras observar todos sus consejos, en la medida en que te sea posible, porque sería despreciar a Dios no seguir sus advertencias. Mas, ¡ay! los cristianos de nuestro tiempo se contentan con creer en el Evangelio, sin tomarse el trabajo de practicarlo. Siempre tienen el Evangelio en los labios, y su vida está en completo desacuerdo con el Evangelio.
Oración: Señor, Dios nuestro, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con el ministerio de la predicación evangélica, concédenos aprovechar de tal modo sus enseñanzas que sigamos siempre fielmente las huellas de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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