Novena de Reparación al Inmaculado Corazón de María
— Nuestra Santísima Madre en Fátima le reveló a Jacinta que: “Los pecados que hacen que la mayoría de las almas vayan al infierno son los pecados de la carne”, o los pecados contra la castidad. Es decir los Pecados contra el 6º y 9º Mandamiento.
Intención: Salvación de Almas
Oh Inmaculado Corazón de María, Virgen poderosísima, sabemos que la visión de los terribles fuegos del infierno que mostraste a los tresniños Pastores en Fátima, estaba destinada realmente para advertirnos a nosotros.
Te suplicamos, oh Madre María, que nos libres del destino de un juicio que ordene tal castigo. Concédenos una fe tan fuerte que siempre podamos ver: que el mal del pecado será justamente pagado con el castigo eterno. Creo en la Justicia Infinita del único Dios verdadero y en el Amor Infinito del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Te rogamos y suplicamos que por tu intercesión se nos conceda la gracia de vivir una vida tan digna en la tierra, de manera que podamos disfrutar de la recompensa de la felicidad eterna en el reino de tu Divino Hijo, Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Nuestra Señora de Fátima, Virgen poderosísima, inflama nuestros corazones con el amor de la Reparación.
SEXTO DÍA
Intención: Pureza de Cuerpo y Alma
Oh Inmaculado Corazón de María, Virgen purísima, ten compasión de los que son propensos a las tentaciones de la impureza. Danos, te suplicamos, fuerza para vencer nuestras debilidades y coraje en la lucha contra el pecado. Sabemos que es vuestro ardiente deseo que renovemos nuestro compromiso de la santa pureza. Oh, Inmaculado Corazón de María, te consagramos aquí y ahora, sin reservas, nuestros ojos, oídos, lenguas, corazones, todo nuestro ser. Te prometemos que, con tu ayuda, seremos firmes en nuestro propósito de servirte con castidad inmaculada. Danos el valor para resistir todas las tentaciones, y para evitar todas las cosas que pueden ser motivo de pecado.
Nuestra Señora de Fátima, Virgen purísima, inflama nuestros corazones con el amor de la Reparación.
SÉPTIMO DÍA
Intención: perdón de los pecados
Oh Inmaculado Corazón de María, Refugio de los pecadores, a quién más nos volveremos en nuestro dolor por el pecado, si no a ti. ¿De quién encontraremos alivio y consuelo, en la vergüenza de nuestros pecados, sino de ti? Llévanos de regreso, querida Madre del Amor, por el camino de la justicia que conduce al Sagrado Corazón de tu Divino Hijo. Muchas veces hemos pecado, Madre querida, y nos turba el recuerdo de los errores de nuestros caminos. No será más. Sabemos que tu cuidado protector hallará para nosotros la paz y la esperanza y la remisión de nuestros pecados. Sabemos también que tu Hijo nos recibirá con una sonrisa de amor, como lo hizo una vez con María Magdalena, porque siempre has suplicado por nosotros. Amén.
Nuestra Señora de Fátima, Refugio de los pecadores, inflama nuestros corazones con el amor de la Reparación.
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